Editorial

Cuánto vale una vida

2024 marzo

 

Cuánto vale una vida.
Vamos andando por el campo y no nos importa pisar una planta que posiblemente muera con nuestro gesto, pero sufrimos cuando talamos un árbol, ¿cuestión de tamaño? Matamos sin piedad pequeños animales, como hay muchos no pasa nada, pero cuando se caza alguno grande nos duele porque hay pocos y son hermosos, ¿cuestión de número o de belleza? Hay negocios donde se mueven cantidades ingentes de dinero para cazar y para talar árboles y así divertir a algunos y enriquecer a otros, ¿será el dinero la clave? Como somos omnívoros, cazamos, pescamos, criamos y sacrificamos, cultivamos y recolectamos, ¿será la necesidad? Habría muchos ejemplos que nos dirían, el precio de una vida es subjetivo y depende de la necesidad y del dinero que se quiera pagar por ella.
Pero ¿y la vida humana?, vemos día a día en las noticias, que se producen fallecimientos, asesinatos y guerras, que en función de la relación emocional que se tenga con las muertes, se valora y se trata como una tragedia o como una estadística. Todos pensamos que la vida humana no tiene precio, porque amamos estar vivos. Pero la realidad no es tan bondadosa y como en cualquier actividad humana, la vida humana se puede valorar.
El precio de nuestra vida puede ser menor o mayor según donde vivamos, nuestro nivel económico y las situaciones sociales y médicas que nos rodeen. Si estuviéramos en un país donde estuviera permitido el comercio de personas, el nuestro dependería de nuestra edad, constitución, género y para qué se nos quiere comprar. En un país como el nuestro, los créditos, los seguros, los tratamientos médicos y las indemnizaciones, se contratan o reciben según nuestra esperanza de vida. Para recibir un tratamiento médico puntero y caro, se nos analizará bajo dos dimensiones “tiempo de vida” y “calidad de vida”, para recibirlo siempre que su coste no supere el límite económico establecido o que lo apruebe un comité de expertos.
Pero el verdadero “valor” de nuestra “vida” es cómo la vivimos y qué hacemos con ella, por eso es importante emplearla para crecer aprendiendo, compartir vivencias con otras personas, acompañarlas y ayudarlas con respeto, demostrándoles que cuando reciben nuestra ayuda también nos ayudan. Y no debemos olvidar que cuando tenemos grandes problemas, el optimismo y la confianza, nos tienden una mano y nos facilitan mucho los momentos complicados.
La Universidad Popular Carmen de Michelena (UPCM) siempre defenderá el “derecho a una vida digna” y anima a todas las personas a que lo hagan y respeten la de cualquier ser vivo, sólo por serlo, sin atender al tamaño, belleza, beneficio o necesidad, buscando siempre minimizar el dolor en caso de que su pérdida no pueda ser evitada.
Os recomendamos la mesa redonda del 31-01-2024 denominada “Bioética en ciencia” en colaboración con la asociación “Ciencia con 3 enCantos”.


Isabel Tur Martinez (presidenta de la UPCM)