2025, luces y sombras, pero siempre adelante.
En el 2025, hemos dado la bienvenida a “personillas” que nos han llenado de alegría y esperanza, hemos compartido con familia, amigos y compañeros alegrías y penas, viviendo con intensidad cada día, y también hemos despedido a personas, cuyo recuerdo nos acompañará siempre.
Hemos visto avances muy esperanzadores en el tratamiento de enfermedades genéticas y degenerativas, con mejoras en los métodos de investigación genética, en las técnicas diagnósticas de tratamiento de imágenes, en la utilización de la nanotecnología y en el desarrollo de nuevos medicamentos y de robots médicos.
El estudio del espacio y los nuevos dispositivos desarrollados, nos permitirá conocer mejor nuestro entorno. Las expediciones a lugares remotos de nuestro planeta (Antártida, fondos marinos, etc.), han obtenido descubrimientos sorprendentes y esperanzadores. Con la irrupción de la IA y otras herramientas de comunicación se ha visto la necesidad de asegurar la seguridad, transparencia y confianza de los procesos para reducir el riesgo de fraude y errores, asegurando la trazabilidad de las operaciones, la privacidad de los usuarios y la integración entre sistemas; para ello se han desarrollado leyes y herramientas informáticas que lo permitan y realicen.
Ha habido catástrofes naturales donde se ha podido ver la generosidad de las personas. Las guerras han sido noticia y su número y crueldad elevado, quizás porque al dinero y a los políticos solo les interesa las ganancias y no el daño que puedan causar. Y hablando de políticos, algunos se muestran prepotentes y obligan a seguir sus reglas a los que les rodean, pero continúan. Vemos como la ambición les aparta de su objetivo que debería ser el bien común y la ética en su comportamiento. Debido a esto, percibimos un ambiente de confrontación, duda y falto de objetivos claros que se transluce en un pesimismo generalizado, con una sociedad cada vez más descreída y descontenta, que se refugia en el individualismo y busca su propio beneficio.
Este año la Universidad Popular Carmen de Michelena (UPCM), ha crecido en número de participantes y actividades. En las reuniones de Voluntarios se ha trabajado para buscar soluciones que mejoren el funcionamiento y aumenten la implicación de las socias/socios en su gestión.
La UPCM quiere ser un crisol de personas y experiencias que facilite la comunicación, el conocimiento, el entendimiento y mejore la convivencia; en el que todas y todos nos sintamos importantes por lo que somos y compartimos con los demás.
No quiero finalizar sin daros las gracias por estar ahí. Y desearos, en el nombre de la UPCM y en el mío, que paséis unas Felices Fiestas en buena compañía, que vuestros deseos se cumplan y el año 2026 os sea dichoso y próspero.
Isabel Tur (presidenta de la UPCM)


