Los restos de un imperio perdido: la capital del reino hitita.

El Imperio hitita fue una realidad política de gran influencia y poder en el periodo que conocemos como el Bronce Tardío. Su ámbito de control directo se extendió por la Península de Anatolia y Norte de Siria durante los siglos XVII-XIII a.C. Casi desde los comienzos del reino hitita su capital estuvo radicada en la ciudad de Hattusa, aunque con excepciones de gran importancia política. A partir de 1200 a.C. el Imperio hitita desaparece como entidad política de prestigio y su recuerdo se borra hasta el descubrimiento de las ruinas de Hattusa en 1907. Se trata de uno de los grandes descubrimientos arqueológicos del mundo moderno, pues las ruinas de Hattusa nos revelan una ciudad de una grandísima extensión, con fortificaciones poderosas, un considerable número de templos y una acrópolis organizada para llevar a cabo una compleja administración. Mediante el análisis de las ruinas de Hattusa, examinaremos las realidades del Imperio hitita que han llegado hasta nuestro conocimiento.