TIEMPOS CONVULSOS, SEGUIMOS APRENDIENDO

TIEMPOS CONVULSOS, SEGUIMOS APRENDIENDO

Una calle de Londres

 

Empezamos mes y año, todos tenemos grandes expectativas, está todo por hacer y como en un sueño creemos que lo que nos duele, las injusticias, las guerras y los conflictos, no nos acompañarán en esta nueva etapa. Pero la vida sigue y poco a poco vamos volviendo a una realidad machacona e incómoda, que solo podremos sobrellevar con conocimiento. Y para conocer necesitamos instruirnos, educarnos; en otras palabras, aprender, porque así podremos entender lo que estamos viviendo y mejorar nuestra convivencia.

Pero para aprender tenemos que entrenarnos, o sea, coger hábito; motivarnos para hacer cosas nuevas; tener la mente activa sin pensar que “ese tema” no vamos a entenderlo; trabajar en equipo para que conociendo nuevas perspectivas e intercambiando problemas y soluciones con otros, podamos conocer diferentes puntos de vista, y así comprender mejor lo tratado ampliando nuestros horizontes.

La Universidad Popular Carmen de Michelena (UPCM) hace suyo el objetivo de enseñar a aprender a todas aquellas personas que se acercan a ella; pero como dijo Paulo Freire (pedagogo brasileño del siglo XX, padre de la pedagogía crítica, que revolucionó la educación fomentando la intervención del alumno), “Las personas, siempre, deben ser el centro de la actuación educativa” y la UPCM tampoco quiere olvidar que cada persona es única, y que cualquier actividad por importante que sea, debe estar adaptada a quienes participan en la misma.

Los avances científicos sobre el cerebro y su funcionamiento, han permitido descubrir que el cerebro sigue creciendo pese a la edad del individuo y que su plasticidad no desaparece; esto nos da esperanza en que se puede aprender a cualquier edad y que lo que se necesita son materias y formas de enseñar especificas según las personas.

Quiero recordaros que la educación se sustenta en cuatro saberes imprescindibles para la vida: “aprender a conocer”, “aprender a hacer”, “aprender a vivir juntos” y “aprender a ser”; y es en sí misma un instrumento que nos permite participar plenamente en la sociedad en la que vivimos. Además, para los adultos mayores jubilados es una alternativa para reducir su situación de vulnerabilidad social, en tanto que les permite hacer lo que les gusta, mantener su capacidad de tomar decisiones, conservar su identidad e independencia y determinar sus propias metas vitales.

Resumiendo, lo que necesitamos es tener ganas de aprender a lo largo de nuestra vida, usando las oportunidades que se nos ofrecen para mejorar nuestros conocimientos y aptitudes personales, sin dejar a un lado nuestro entorno y nuestras vivencias, fomentando el conocimiento de la realidad; participando activamente en los grupos a los que pertenezcamos; y sobre todo utilizando en la medida que podamos la tecnología, sin miedos y sin prisas, a nuestra velocidad, pero sin abandonarla.

La UPCM, sus colaboradores y formadores, si los dejáis, os acompañarán y ayudarán en esas ganas de aprender y también aprenderán con todos vosotros.