Catalina de Médicis, "la reina negra". (1ª parte). Una florentina en el trono de Francia

CATALINA DE MÉDICIS “LA REINA NEGRA” (1ª PARTE)
UNA FLORENTINA EN EL TRONO DE FRANCIA

Catalina de Médicis (1619-1689) es una figura que, desde sus orígenes florentinos, procedente de una casa mercantil y bancaria (los Médicis), accede al trono de Francia y juega un papel central en la política del S. XVI, no sólo en Francia sino en toda Europa.
Su figura se mueve entre los grandes protagonistas de la Historia de la Europa del S. XVI, desde Felipe II a Isabel I de Inglaterra, Francisco I de Francia, María Estuardo de Escocia, Enrique IV (primer Borbón en Francia), los Papas León X, Clemente VII, Pío V, y Calvino, entre otros. La Historia, desde los tiempos de la Ilustración (Voltaire incluido), se despacha a gusto con ella, denominándola de manera peyorativa y difamadora como la reina negra, la experta envenenadora, Madame la serpiente, “el gusano salido de la tumba de Italia”, y otros muchos. La propaganda intensa y permanente tanto de católicos como de hugonotes (coincidentes en este caso) contra su figura y sus actos ahonda en la misma línea y la presentan como una figura maligna, origen de todos los males de Francia.
Catalina de Médicis merece ser rescatada de esa imagen negra y reivindicarla como una de las mujeres que escribieron la Historia y tuvieron aportaciones positivas, aunque durante mucho tiempo haya sido vilipendiada por intereses fanáticos y justificativos de los errores de sus contrarios. Su figura ha servido con frecuencia como “cabeza de turco” de los errores y culpas de muchos de los gobernantes y personajes que la rodearon.

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