Museo del Prado: Exposición El Joven Van Dyck

Evento

Título:
Museo del Prado: Exposición El Joven Van Dyck
Cuándo:
Mié, 27. Febrero 2013, 09:00 h - 13:00 h
Dónde:
Estación Renfe de Tres Cantos - Tres Cantos, España
Categorías:
Visitas a Museos de Arte, Viajes Culturales/Exposiciones
Museo del Prado: Exposición El Joven Van Dyck


Información del ponente

Nombre:
Irene Pajares
Posición:
Licenciada en Bellas Artes

Descripción del evento

No es necesaria inscripción previa

Las personas que vayan a la visita desde Tres Cantos deben estar antes de las 9,00 horas en la Est. de FFCC de Tres Cantos

Las personas que se incorporen a la visita desde otros puntos pueden estar a la entrada del Museo Nacional del Prado hacia las 10,00 horas.

Es muy recomendable llevar tarjetas de paro, de minusválidos, de pensionistas u otras, para poder optar a las entradas reducidas en aquellas visitas en las que hay que pagar entrada.

 

En 1609 Van Dyck inició su aprendizaje con Hendrick van Balen, uno de los pintores más destacados de Amberes. Del taller de Van Balen pasó probablemente al de Rubens, aunque no sabemos exactamente en qué fecha.

Desde aproximadamente 1613 hasta 1618, año en el que se inscribió como maestro en el gremio de pintores de la ciudad, Van Dyck cultivó estilos distintos. En los que son probablemente sus primeros cuadros le vemos un tanto vacilante en el tratamiento de las anatomías, pese a lo cual demuestra poseer ya una fuerte personalidad y una tendencia a experimentar –por ejemplo en su gusto por los tipos humanos rústicos y por una manera de pintar que hace visible la textura, aspectos ambos que no eran habituales en el Amberes de la época.

Obras como el Sileno ebrio y La Lamentación están más logradas que otras que se presentan en el inicio de esta exposición. Van Dyck experimenta en ellas con unas formas de expresión que remiten a la pintura veneciana y a la de la pintura flamenca del siglo XV.

En 1618, el año en que se estableció como maestro independiente, Van Dyck pintó cuatro retratos, que son de sus pocas obras juveniles –solamente siete– que están fechadas. Es probable que en ese mismo año realizara también su primer encargo público, el Cristo con la cruz a cuestas que pintó para la iglesia de los Dominicos de Amberes. Ver más en el enlace siguiente:

http://www.museodelprado.es/exposiciones/info/en-el-museo/el-joven-van-dyck/exposicion/

 

Como casi siempre, a las 9 h en Renfe, ilusionados un grupo de personas para admirar y disfrutar con y por el Arte, tomamos el tren rumbo al Museo del Prado.
Una pequeña nevada nos hacia reír y pronosticar bonito dia  contando nuestras experiencias, así transcurrió el corto viaje.
Llegados al Prado sorprendidos y admirados pudimos solazarnos con unas imágenes producto de la realidad: los copos de nieve, la fachada de los Jerónimos, y el cartel anunciador del objeto de nuestra visita ( el joven Van Dyck) ,creaban un espectáculo hermoso y real.
Esperamos un rato para la entrada a la exposicion, que aprovechamos para recrearnos contemplando la restauración de un pequeña tabla flamenca en la sala XVIII A .

Llegado el momento nos introdujimos en la exposicion de Van Dyck, sus pinturas comprenden el periodo de su adolescencia hasta los 22 años, cuantas sorpresas en una vida tan joven.

Los datos apuntan que fue discípulo de Rubens, pero en una obra tan precoz se destaca una personalidad propia, original y genial, (su autorretrato a los catorce o quince años) .
Los trabajos preparatorios : dibujos, sanguinas,estudio de expresión, composición y color.Todo ello nos ofrece un panorama amplio y bastante completo de estos años de la vida de Van Dyck, y de su obra, los grandes temas religiosos, los retratos de personas de la época, la cacería y por ultimo, los retratos femeninos de la ultima sala, consiguen darnos una idea de evolución y unidad.
Las texturas que consigue en la carnosidad de los cuerpos, en los paños, en la piel de los animales, en el metal, son realmente admirables.

Salimos de allí con gana de poder contemplar en otra ocasión la segunda parte de su obra después de su marcha a Italia.

Un cafetito caliente nos aporto energia para el regreso a casa muy satisfechas.