Actividades institucionales

Presentación de la Exposición: Testimonios gráficos y materiales de las Misiones Pedagógicas

Evento

Título:
Presentación de la Exposición: Testimonios gráficos y materiales de las Misiones Pedagógicas
Cuándo:
Lun, 15. Enero 2018, 18:30 h - 19:30 h
Dónde:
Centro Cultural "Adolfo Suárez", Auditorio - Tres Cantos, E
Categorías:
Historia y sociedad, Conferencias, Vídeo
Presentación de la Exposición: Testimonios gráficos y materiales de las Misiones Pedagógicas


Información del ponente

Nombre:
Dr. Alejandro Tiana Ferrer
Posición:
Ex-Rector de la UNED

Descripción del evento

Este curso 2017-2018 la Universidad Popular Carmen de Michelena celebra el décimo aniversario de su creación. Vamos a realizar varios actos conmemorativos a lo largo del curso, siendo esta exposición el primero de ellos.

Las Misiones Pedagógicas: una experiencia original de educación popular en la Segunda República española

Alejandro Tiana Ferrer

Entre los años 1931 y 1936 se desarrolló en España una experiencia de educación popular tan original como interesante. Un conjunto de personas, mayoritariamente jóvenes, muchas de ellas vinculadas al mundo de la enseñanza junto a no pocos escritores y artistas, recorrieron la geografía española llevando libros, música, reproducciones de cuadros, proyectores, películas, obras de teatro y marionetas a las localidades y aldeas campesinas, algunas todavía muy aisladas. En cada lugar al que llegaban organizaban exposiciones y representaciones, pronunciaban conferencias, realizaban sesiones públicas de lectura, trabajaban y jugaban con los niños y niñas y con sus maestros y convivían con los aldeanos. Unos días después se marchaban, regresando a sus lugares de residencia, dejando plantada su semilla de educación y cultura, además de depositar en las escuelas una biblioteca y algunos discos. Y eso durante casi un quinquenio, por todas las regiones españolas y en distintas épocas del año.

 

 

Esta iniciativa tuvo una doble significación, cultural y política, que no debe ignorarse. En efecto, la Segunda República tuvo conciencia desde su proclamación, el 14 de abril de 1931, de que debía ganarse a la población rural, que mayoritariamente no la había apoyado en las urnas. Y para ello concibió un conjunto de actuaciones de todo tipo, tanto orientadas a la reforma agraria como de educación y cultura. Fue en este contexto en el que nacieron las Misiones Pedagógicas, en el verano de 1931, tan solo unos meses después de la constitución del primer gobierno republicano. Apoyándose en las ideas largamente defendidas por Manuel Bartolomé Cossío y otras personalidades vinculadas a la Institución Libre de Enseñanza, el Ministerio de Instrucción Pública diseñó y puso en marcha este proyecto, al que se sumaron muchas otras personas. Aunque con menos medios de los deseados, el entusiasmo de los misioneros impulsó una obra de la que se sintieron orgullosos y que marcó sus vidas.

Las Misiones Pedagógicas supusieron un acercamiento entre la cultura del campo y de la ciudad, revalorizando lo que había de cultura en el mundo campesino y acercando al mismo los recursos culturales de las ciudades. No se trataba solamente de llevar la cultura de las ciudades al campo, como a veces se les criticó, sino de promover un encuentro.

La mayoría de las iniciativas de educación popular en España habían sido actividades más instructivas que recreativas, casi siempre clases para adultos. Sin embargo, las misiones abordaron su función formativa a través de unos canales muy creativos. Lo más original de las Misiones Pedagógicas, en comparación con otras experiencias, fue que emprendieron una tarea educativa más allá del marco estrictamente escolar. Cossío se refirió a ellos como una “escuela recreativa”, que no da lecciones, sino que invita a disfrutar de la cultura y del arte, sin pretender una instrucción inmediata sino más bien una tarea formativa de gran alcance. Otro rasgo muy original fue su orientación al medio campesino, a pueblos y aldeas pequeñas, mientras que las actuaciones de educación popular se dirigían a los obreros organizados de los entornos urbanos. Estas dos son las aportaciones más originales de las Misiones: su carácter recreativo y su orientación hacia los pueblos más pequeños.

La primera misión tuvo lugar en diciembre de 1931 y algunas estaban en curso cuando se produjo el golpe del 36. No siempre hay registros precisos, pero podemos calcular que alcanzaron unas 6000 o 7000 localidades. Las actuaciones eran muy diversas: podían ser visitas puntales con actuaciones del Teatro o del Coro del Pueblo, o exposiciones del Museo Ambulante, hasta estancias diarias o más largas a una localidad, llegando a otras del entorno y compartiendo la vida del lugar. Visitaron entre 1200 y 1300 localidades y enviaron más de 5200 lotes de libros a otras tantas. Eran paquetes de unos cien libros que normalmente gestionaban y prestaban los maestros. Según las cifras que hoy tenemos, las Misiones movilizaron a unas 700 personas. Estaban en Madrid y desde allí desplazaban muchos colaboradores, aunque también tenían con colaboradores locales. Contaban con delegaciones provinciales y con una red apoyo a través de las escuelas normales, los inspectores y los maestros de todas partes.

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